~*Hopeless*~

Por favor, necesito un consejo. No sé qué hacer.

Hayate está sufriendo. A pesar de que le han puesto montones de inyecciones y suero para que no se deshidrate no le veo mejorar. Ayer comenzó a eliminar sangre con sus excreciones. Paso todo el tiempo con él, ni siquiera he estado en el computador para no dejarlo solo, quería que se sintiera acompañado, que tomara fuerzas de mí, que entendiera que no quería que se fuera. Pero no parece estar sirviendo de mucho.

Hoy está con fiebre, le castañetean los dientes. No cesa de lanzar quejidos, estoy segura de que siente dolor, y no consigue estarse quieto en ninguna postura, como si de cualquier forma que se ponga no lograra estar cómodo sin que le duela algo. Y no para de vomitar. Ya se le ven sus costillas marcadas, de no ser por el suero sería un saco de huesos.

Ya no quiere estar conmigo. Desde anoche que prefiere estar en un rinconcito, escondido, como si no quisiera que lo viese. Me aterra, parece que se estuviese preparando para morir.

Estoy cansada, tengo sueño, no puedo más. Ya no soporto escucharlo gritar cada vez que le clavan las agujas de las inyecciones ni sentir sus dientes clavarse en mis manos, intentando evitar eso que le duele y no comprende.

Estoy pensando seriamente en pedirle a la doctora que lo deje partir, que le facilite las cosas. Ya no puedo más. Quiero que deje de sufrir. Pero tampoco lo quiero perder...

No sé qué hacer.

~*Hopeless*~

Por favor, necesito un consejo. No sé qué hacer.

Hayate está sufriendo. A pesar de que le han puesto montones de inyecciones y suero para que no se deshidrate no le veo mejorar. Ayer comenzó a eliminar sangre con sus excreciones. Paso todo el tiempo con él, ni siquiera he estado en el computador para no dejarlo solo, quería que se sintiera acompañado, que tomara fuerzas de mí, que entendiera que no quería que se fuera. Pero no parece estar sirviendo de mucho.

Hoy está con fiebre, le castañetean los dientes. No cesa de lanzar quejidos, estoy segura de que siente dolor, y no consigue estarse quieto en ninguna postura, como si de cualquier forma que se ponga no lograra estar cómodo sin que le duela algo. Y no para de vomitar. Ya se le ven sus costillas marcadas, de no ser por el suero sería un saco de huesos.

Ya no quiere estar conmigo. Desde anoche que prefiere estar en un rinconcito, escondido, como si no quisiera que lo viese. Me aterra, parece que se estuviese preparando para morir.

Estoy cansada, tengo sueño, no puedo más. Ya no soporto escucharlo gritar cada vez que le clavan las agujas de las inyecciones ni sentir sus dientes clavarse en mis manos, intentando evitar eso que le duele y no comprende.

Estoy pensando seriamente en pedirle a la doctora que lo deje partir, que le facilite las cosas. Ya no puedo más. Quiero que deje de sufrir. Pero tampoco lo quiero perder...

No sé qué hacer.